Geoestragia: ¿El derecho de China a reinar?

Buenos días/tardes\noches, queridos lectores. Un placer verlos de nuevo por aquí!!!

¿Qué? … Les ha llamado la atención el título del artículo de hoy, ¿verdad?

Agradezco sinceramente esa curiosidad que les ha hecho acercarse a la lectura de la reflexión que les propongo para hoy. En estos tiempos, de manera cada vez de más patente, se hace evidente que este es para todos un recurso cada vez más escaso. Así que para ahorrarles el esfuerzo a los más impacientes, les resumo el artículo mediante la siguiente sentencia:

Tienen todo el derecho a reinar. ¡Es más, deben intentarlo!

¿Sorprendidos verdad?… ¡Tiene trampa! Antes de llevarse las manos a la cabeza y/o ponerme a caer de un guindo esperen a que lo matice y les desvele el misterio que escondo detrás de esta opinión tan “sui generis” … ¡Porque hay peros!, y muy serios. Usen ese momento de relax tan escaso últimamente y acepten mi recomendación. ¡Lean la argumentación de mi sentencia! Al menos pasarán un rato agradable sumergidos en un texto interesante en lugar de dedicarse a cualquier otra gilipollez!!!

Historia, del imperio al desafío global.

China para nada es un nuevo actor en el tablero geoestratégico mundial. Durante siglos, fue el centro de poder económico, tecnológico y cultural de Asia. Sin embargo, las Guerras del Opio y la era colonial marcaron el declive de su poder frente a las potencias occidentales dominantes, en gran medida apoyadas por su supremacía tecnológica en el ámbito Militar. Tras la fundación de la República Popular China en 1949, el país adoptó un enfoque nacionalista, centralizado, inquisitorio, comunista y controlador, buscando primero eliminar la disensión interna, luego consolidar el régimen políticamente y  por último proyectarse hacia el exterior.

Desde los años 80, con la apertura económica bajo Deng Xiaoping, China comenzó una lenta pero firme inserción en el sistema global liderado por Occidente, no como súbdita, sino como competidora silenciosa. Su estrategia nunca fue la confrontación directa, sino el reposicionamiento progresivo.

Movimientos, de la disuasión al expansionismo.

Militarmente, China ha priorizado la disuasión y la negación de acceso (A2/AD), reforzando su poder naval en el Mar del Sur de China, construyendo bases en atolones y disputando rutas comerciales clave. El Ejército Popular de Liberación (EPL) ha sido modernizado con foco en guerra cibernética, misiles hipersónicos, inteligencia artificial, aviación furtiva y capacidades antisatélite, lo que ha hecho sonar alarmas en los centros estratégicos de Washington, Londres y Bruselas. Para nada le ha hecho ascos al uso de los métodos más inconfesables para lograrlo… sus canales de espionaje político/militar y el casi total desprecio al concepto de “propiedad industrial” son de sobra conocidos.

¿Qué? ¿Acaso creen que en este punto me estoy contradiciendo respecto a mi «sentencia inicial»?

¡En absoluto, Damas y Caballeros! ¿Qué país occidental no ha usado esos mismos mecanismos de manera más o menos subterfúgica? Si, lo disfrazan de lucha empresarial, de innovaciones tecnológicas, de proyectos de investigación de alto interés para la seguridad nacional, … pero detrás de toda esa fachada de altruismo y coherencia se esconden los más oscuros intereses.

Así pues, nada que objetar a que China emplee los “despreciables” métodos que crea oportuno.

Ejemplo de ello es su notable maniobra geopolítica denominada “El proyecto de la Franja y la Ruta (BRI)”, que no es solo un proyecto de infraestructuras, sino además una red de influencia y dependencia global que incluye puertos estratégicos, corredores energéticos y pactos de deuda a largo plazo. Nada de lo que occidente no disponga ya.

El comercio como arma, seducción y dependencia.

China entendió que en el siglo XXI la guerra no se gana solo con tanques o aviones de combate, sino también con exportaciones, cadenas de suministro y créditos blandos. Controla gran parte de los minerales estratégicos del mundo, esenciales para la tecnología moderna, y es el principal socio comercial de más de 120 países.

Su arma ha sido la interdependencia. Casi sin hacer ruido y sin disparar una bala, Beijing convirtió a Europa, África y América Latina en receptores de capital e infraestructura chinos. Se ha convertido en la “fábrica” del mundo, pero también pagó un precio: La dependencia de mercados como el estadounidense y europeo, a la que envía su excesiva capacidad de producción – sobreproducción, lo llamaría yo -, dejó su economía expuesta a sanciones, bloqueos tecnológicos y crisis de confianza como las vividas durante la guerra comercial con Trump y las tensiones en torno a Taiwán y Hong Kong.

Los bajos precios de su mano de obra – cada vez menos bajos – y su incontestable habilidad para optimizar y reducir costos en la fabricación de mercaderías, insumos y herramientas industriales, los ha situado en una posición privilegiada que va a ser muy complicado arrebatarle.

¿Derecho a reinar? ¿Ha perdido China la guerra?

Las respuestas cortas: Si y aún no.

¿Cómo no va a tener derecho a actuar bajo su propio criterio? ¿Pero cómo no va a tener derecho a actuar con “libertad” – si es que existe ese concepto – buscando crecer como país? Tiene la ambición, tiene la tecnología, tiene la industria, tiene la mano de obra y tiene la voluntad de brillar – a costa de quien sea -. Lo que es evidente es que ha entrado en una cierta fase de contención. Occidente, tras décadas de permisividad y ceguera interesada, parece que por fin está reaccionando y tratando de parar sus ambiciones expansionistas.

Hablando ya en general y no ya tan solo pensando en China, los que me conocen saben que ya desde hace años – desde el siglo pasado – venía advirtiendo que la “deslocalización” de empresas a la larga acabaría perjudicando a aquellos países/organizaciones que solo piensan en términos de enriquecimiento y de los mal llamados “beneficios empresariales”.

Estados Unidos ha fortalecido alianzas como AUKUS y Quad. Europa comienza a hablar de «des-risking» en lugar de «decoupling«. Se restringe el acceso chino a tecnologías clave como semiconductores avanzados. Se reconfiguran cadenas de suministro globales para reducir la exposición al gigante asiático.  A esto se suma una desaceleración económica interna en China, el envejecimiento poblacional, y una creciente desconfianza internacional hacia el modelo político de Xi Jinping. Todo ello indica que, aunque China no ha perdido una guerra abierta, ha entrado en una guerra prolongada en múltiples frentes: comercial, tecnológico, narrativo y militar.

Hay una frase que me gusta recordar…

Si vis pacem, para bellum” – Si quieres la paz, prepárate para la guerra!!!

China quiere la paz, pero su “paz” … ¡Imponer su paz! Son evidentes sus progresos en el ámbito militar. Sus espectaculares desarrollos en aviación furtiva, en tecnología submarina, en su creciente flota de navíos de guerra y la construcción de portaaviones no hacen más que poner de manifiesto dicha voluntad.

¿Legítimo? Totalmente. ¿Amenazante? Sin duda. ¿Contrarrestable? Si de momento. Si no se hace algo al respecto occidente sucumbirá. Son especialistas en socavar la integridad moral y política de occidente mediante sobornos y/o chantajes. Y cuando algo se les opone buscan la manera de eliminar los obstáculos. ¿Como prueba de ello? La reciente detención por el FBI de una estudiante china que había “recibido” ilegalmente hongos y parásitos intestinales dirigidos/susceptibles de infectar/atacar a intereses norteamericanos.

En fin… guerra sucia encubierta… ¡Nada que las cloacas de occidente no usen también!

El tablero está en movimiento.

China no ha sido derrotada en esta guerra incruenta, pero su ventana de oportunidad estratégica se está cerrando. Su ascenso coincidió con una etapa de descoordinación occidental. Hoy, el bloque liberal-democrático trata de reaccionar, pero claros intereses político-empresariales están demasiado infiltrados en los órganos internos de decisión. Siendo optimistas, … aunque con fricciones internas, occidente, avanza hacia una contención coordinada del poder chino.

La gran pregunta no es si China ha perdido, sino si puede adaptarse sin renunciar a su ambición hegemónica. Porque el mundo no volverá a ser unipolar. Pero tampoco será un mundo en el que pueda imponer sus reglas sin resistencia.

La guerra no es total aún. Pero la batalla por el siglo XXI ya ha comenzado. Y se libra cada día en puertos, redes, chips, tratados y algoritmos.

Leyendo mi propio texto puedo parecer guardar ciertas simpatías hacia la “chinificación” del mundo, pero NO es así. Ciertamente China ha pasado del comunismo más despiadado a un poderoso CAPITALISMO a la oriental. Están disfrutando de un crecimiento espectacular y presumiendo de ello allí donde hacen acto de presencia. En el contexto mundial no hay constancia de una remontada tan deslumbrante. Infraestructuras increíbles, ciudades ultramodernas … ¿Brillos y lentejuelas pero a costa de qué? … A costa de la libertad, un tipo de libertad en el que el individuo no es nadie. Una libertad en el que el “crédito social” está estrictamente controlado por las férreas normas dictadas por el partido. Una libertad en la que cualquier ansia de disensión es ahogada sin miramientos so pretexto del bien común.

Y eso, Damas y Caballeros… NO ME GUSTA NADA!!!

Y eso, señores, … es algo que occidente está copiando… ¡Me gusta aún menos, e imagino que a ustedes tampoco! ¿verdad?

El efecto Xi JingPing, las prisas.

No sé si compartirán la opinión que les voy a plantear ahora… Reiterando en mi idea y como se dice por estos lares, a la “chita callando” China se ha estado convirtiendo lenta pero inexorablemente en la «fábrica» de todo, acaparando gran parte la capacidad productiva y de innovación del mundo. Imbatible en precios y eficiencia, y occidente… jugando a su juego, riéndole las gracias. Pero… – y aquí viene mi reflexión particular – la llegada de Xi JinPing lo ha acelerado todo equivocadamente dando dar al traste con ese sigiloso camino cuya meta estaban a punto de alcanzar.

¡No se qué prisas le han entrado al dirigente oriental! Ha descubierto sus cartas y mostrado claramente sus ambiciones de dominación de la economía mundial buscando convertir a su país en la potencia predominante, buscando sustituir a Estados Unidos en el liderazgo del mundo.

Me explico.

China ya tenía casi todo el dominio de la industria manufacturera del planeta, casi todo el control de las famosas “tierras raras” … y si hubiese seguido así, dejando que los demás se confiasen, calladamente y sin hacerse notar – como en la analogía de la “rana en la olla de agua” – en pocos años más y apoyándose en esa paciencia oriental que les caracteriza, hubiesen acabado dominándolo todo. Y una vez alcanzado el control absoluto… habrían tenido el mundo a sus pies.

Pero desde la llegada del mencionado gobernante… todo se ha acelerado… tanto que ha levantado las sospechas, el velo ha caído y occidente… ha despertado.

Craso error del país oriental, las prisas no son buenas compañeras de ningún viaje.

Aunque puede que me equivoque, creo que sé lo que ha pasado… Como a otras grandes figuras, le ha podido la ambición y las ganas de dejar huella perenne en la historia. Grandes gobernantes, emperadores y conquistadores han caído precisamente por ello… Una pena, una auténtica pena… Taiwán, su preciado tesoro, esa joya tan ansiada y que creo que ha sido el motivo que lo ha precipitado todo, habría caído por su propio peso. Ahora… ¿Quién sabe? No es exactamente un dictador, pero sin duda un gran gobernante. Tras el paso por el poder de muchos lideres famosos, al fallecer estos… sus legados se han tambaleado y finalmente sus imperios han caído. ¿Le ocurrirá lo mismo a China con él?

Pero hay algo que aún me solivianta más respecto a la posible hegemonía China: El uso de Las Armas.

Como ya mencioné en mi artículo de Ucrania en la sección “El gambito Barroso”, puedo aceptar cualquier tipo de ardid y/o manipulación por más rastrera que parezca para alcanzar el poder. Podría considerarlo hasta legítimo, a fin de cuentas uno siempre se deja convencer de lo que quiere, pero… pero… pero si se pone sobre la mesa un solo tiro, una sola bomba o un solo muerto… para mí, … repito,… para mí, habrían perdido toda justificación, toda decencia y toda la razón que pudiesen haber tenido…

Y hay que reconocer que están afilando muy mucho sus cuchillos… ¡Mala perspectiva tienen las cosas, muy mala! … Confío en que mis temores no sean justificados. ¿Qué opinan ustedes?

Conclusiones.

Va siendo tiempo de acabar, ya les ha dado bastante el tostón. Quiero clausurar este post mencionando el concepto de “hacer despertar las conciencias”. Afirmaba en la sentencia del prólogo del artículo que China debe intentar reinar. Occidente se había dormido en los laureles del poder, pero, gracias al resurgimiento de una potencia tan deslumbrante y que nos ha desestabilizado, nos hemos dado cuenta de que nuestra posición peligra. Está en nuestras manos tratar de impedirles alcanzar su meta y trabajar para consolidar los pilares que nos sostienen, pues se están resquebrajando a pasos agigantados. ¿Entienden ahora el porqué de mis sentencia inicial? Está siendo sido útil cual «mosca cojonera» para que de una vez despertemos del letargo en el que estábamos sumidos y tomemos acciones al respecto. ¡Nos ha servido para reaccionar! … ¡Nos está sirviendo! ¿Dará resultado a estas alturas?… ¡Quien sabe!

¿Me gusta? NO. ¿Nostalgia de un pasado glorioso? No, ¡puro egoísmo cultural! Pero claramente China tiene derecho a “opinar”… y está opinando… contundentemente, a mi juicio!!!

Me despido sin más confiando en haberles hecho reflexionar. El asunto es serio!!!

Un saludo, Damas y Caballeros.

P.d.: ¡Ah!, y no se olviden de las actitudes del “AMIGO” americano. ¡Entiendan la ironía!  ¡Adalid de la libertad! … también de “su” libertad – como están demostrando últimamente -. Disculpen que me esboce una sonrisa burlona pensando en esa «amistad interesada», es tema para otro artículo. Por último, déjenme su opinión con un mensaje pulsando sobre el título de este artículo y luego bajando hasta la sección de comentarios.

🤔

El cementerio alemán!!!

Buenos días/tardes\noches de nuevo mis ilustres lectores. !Encantado de verles de nuevo por estos lares!

Como recordarán hace unos meses publiqué un artículo acerca de mi visita al cementerio americano de Luxemburgo, lo titulaba “To all that suffered!!!” – lectura previa necesaria muy recomendada y sin duda complementaria para entender el por qué y el desarrollo de este nuevo artículo -. En él, mencionaba que me restó por visitar el cercano cementerio del bando alemán. Me lo “apunté” para una futura visita… Pues bien, a veces el azar te hace recorrer caminos insospechados – quizá destinados a cruzarse – que de manera accidental acaban haciéndote cumplir esos objetivos a los aspirabas a alcanzar algún día.

Como el Ying y el Yang, como el blanco y el negro, como la cara y la cruz, considero que para formarse una opinión sobre cualquier conflicto – ya sea personal, filosófico, político o militar – es necesario tener en cuenta todas las versiones de las facciones que participan en la cuestión a dirimir. Hilando con el tema de hoy, como ya os di mi opinión sobre la forma en que el Ejército Americano honró a sus caídos, corresponde ahora hacer los honores relatando la inesperada visita que hice al camposanto alemán ubicado a las afueras de Cuacos de Yuste (Cáceres).

Antes les hice referencia a mi artículo previo, no voy a tratar de repetir su esquema, pero evidentemente estableceré ciertas analogías. Pasen pues y lean, aunque… en esta ocasión empezaré por las conclusiones.

Mi conclusión, … no es mal lugar para que tus huesos reposen como última morada.

Tengo poco o ningún ansia por morir… La vida es a veces dura y complicada… enfermedades, guerra, problemas, pobreza, racismo, contaminación, etc, pero… no me negarán que tiene cosas hermosas… enamorarse, la paz, aprender y progresar, el arte, la familia, los amigos, una puesta de sol, una sonrisa, el abrazo de un niño, … En cualquier caso, tarde o temprano el viaje llega a su fin y a veces – en nuestro texto de hoy, por culpa de la guerra – de la peor manera posible. En esos casos lo que queda de uno puede llegar a acabar en un camposanto similar al que os presento en este artículo.

En contexto.

¡Cuacos de Yuste!, ¿Qué pueblo?, ¿Qué nombre más curioso y/o atípico? ¿Quién diría que guarda tales tesoros como los que cobija?

Fui allí acompañado de personas maravillosas, sin tener muy claro a donde iba ni qué iba a encontrar, simplemente me dejé llevar. La idea: Visitar el Monasterio de Yuste, casa palacio en la que se alojó y murió Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico tras su abdicación. Está situado a las afueras de Cuacos, en la comarca de La Vera, al noreste de la provincia de Cáceres.

Durante el camino desde Villanueva de la Vera a Cuacos, mis acompañantes mencionaron las palabras “cementerio alemán” … Automáticamente vinieron a mi mente ideas como “Guerra civil”, “España”, “conflicto”, “respuestas”, “muerte”, “descanso”, “energías” … y mi “deuda” pendiente con Luxemburgo. Tenía que visitarlo, sí o sí, aunque fuese una visita corta y así se lo expresé a mis tres compañeras de viaje. Aceptaron… quizá no de muy buen grado… pero aceptaron – Entiendo que a nadie se le hace plato de buen gusto visitar un cementerio -.

Impresión.

Estando allí comprendí por qué Carlos V decidió elegir ese lugar para pasar sus últimos días… Situado en las faldas de la montaña, rodeado de luz y de verde, … ya de por si el entorno natural lo hace digno de ser visitado. Enclavado en un emplazamiento privilegiado, el agua, abundante en esta comarca cacereña, junto con las extensas arboledas convierten la zona en un paraje idílico para disfrutarlo en cualquier época del año.

El acceso al recinto, al algo estrecho y nada suntuoso, no permitía adivinar qué se encontraba tras sus puertas. Cuenta con una cuidada arquitectura y un diseño que refleja el estilo propio de los cementerios militares alemanes de la época. Presenta una estética sobria y ordenada, con filas de lápidas de granito que exhiben los nombres, rangos y fechas de fallecimiento de los soldados. Además, se encuentra rodeado por un muro de piedra y cuenta con una pequeña capilla.

Es importante destacar que el cementerio de Cuacos de Yuste es un lugar de conmemoración y recuerdo para los caídos, donde se honra la memoria de los soldados alemanes. No solo es un espacio de valor histórico, sino también un recordatorio de los horrores y las consecuencias de la guerra.

Al llegar allí lo primero que pude ver fue el rótulo de bronce al pie de la escalinata de acceso, con una leyenda que reza:

“En este cementerio de soldados descansan 26 soldados de la Primera Guerra Mundial y 154 de la Segunda Guerra Mundial. Pertenecieron a tripulaciones de aviones que cayeron sobre España, submarinos y otros navíos de la armada hundidos. Algunos de ellos murieron en hospitales españoles a causa de sus heridas. Sus tumbas estaban repartidas por toda España, allí donde el mar los arrojó a tierra, donde cayeron sus aviones o donde murieron. El Volksbund en los años 1980–1983 los reunió en esta última morada inaugurada en presencia del embajador de la República Federal de Alemania en un acto conmemorativo hispano-alemán el 1 de junio de 1983. Recordad a los muertos con profundo respeto y humildad.”

Muy significativo el texto… si lo analizan obtendrán al menos varias conclusiones:

  • Se trata de soldados caídos en la primera y segunda guerras mundiales. Más allá de las operaciones de la Legión Condor alemana durante nuestra Guerra Civil, desconocía que alguna misión de combate de la primera guerra mundial hubiese tenido lugar en las proximidades de territorio español – cuestión que investigaré en cuanto pueda -. En cualquier caso aunque nuestro país se mantuvo en una conveniente posición de neutralidad, no cabe duda que tácitamente sirvió a a Alemania de trampolín o zona de paso durante el transcurso de las hostilidades.
  • La mayoría de los caídos son pilotos de la Luftwaffe. Investigando, muchos de ellos fueron la tripulación de bombarderos que atacaban convoyes marítimos de transporte y cuyos cuerpos acabaron apareciendo en las costas españolas. Investigando para documentarme algunos de los aparatos fueron los famosos Dornier Do-217, Heinkel He-111Focke Wulf Fw-200 Condor  o los Junkers Ju-88, todos aviones muy versátiles. Estos dos últimos aparatos ostentaron en su época récords de distancia y velocidad respectivamente.
  • Cayeron u operaron a lo largo del territorio y costas de toda la geografía nacional, al igual que la Legión Condor, que lo hizo desde diversos aeródromos de campaña. Como documentación adicional les recomiendo el excelente libro “Sol y Moscas” de Manuel Parrilla Gil – del que poseo un ejemplar dedicado por el propio autor -, una interesante referencia para conocer su intervención alemana en el conflicto español y la web http://incidentessgm.blogspot.com, donde se recopila abundante documentación al respecto clasificada por tipo de aparato.
  • A pesar de lo controvertido de lo allí reunido, la política es capaz de mover los hilos con la suficiente fuerza como para superar todos los rencores, barreras y reticencias históricas cuando el motivo lo “justifica” – lo entrecomillo porque a veces las motivaciones son bastante peregrinas -. Trasladar los caídos de cualquier bando desde sus lugares de enterramiento originales a un destino definitivo ha estado siempre sujeto a no pocas polémicas y de hecho sigue ocurriendo hoy día – léase el caso de todo lo relacionado con ciertos personajes de nuestra Guerra Civil -. Ello sugiere lo impresionante de la maquinara política puesta en funcionamiento para lograrlo.

Vigilancia.

Sorprendente… al contrario que en el americano,… ni fornidos guardias, ni vigilantes jurado controlando el recinto, ni altas verjas protegiendo el perímetro, ni doradas águilas alemanas flanqueando la entrada… nada… absoluta libertad… tan solo algunas aves apostadas en las ramas de los árboles cercanos, observando curiosamente a todos aquellos que se acercaban a curiosear, algún que otro visitante ocasional y una anciana – probablemente familiar de alguno de los soldados fallecidos – sentada en un banco a la sombra – Dudo que formase parte del equipo de custodia del cementerio -.

Esa aparente ausencia de supervisión, por una parte, me indujo una clara sensación de libertad, pero me consta que por contra ha permitido en que en más de una ocasión vandalizasen sus lápidas

¿Cuándo aprenderemos a dejar en paz a los muertos? Ellos ya pagaron.

El soldado.

Al igual que hice en el artículo sobre el cementerio americano, elegí un soldado en el que fijarme por si en un futuro tuviese la intención de escribir un artículo similar – finalmente esa idea se ha materializado en este post que están leyendo -. Me fijé en varios, también en las lápidas de los soldados desconocidos “Ein unbekannter Deutcher Soldat”, e incluso en la de algún soldado italiano, pero finalmente me decidí por Hans Möeller. ¿El motivo?: Marta.

Alguien, una mujer…. Vaya, … era la única tumba adornada con una hermosa flor – reciente, aún estaba fresca – como presente al fallecido.

He buscado información acerca de él, … también, como en el caso del soldado americano, apenas nada, tan solo que el 24 de marzo de 1943, su avión, un Fw Condor (Wnr. 0192 F8+ER del 7/Kg40) cayó. Los cuerpos de cuatro de sus tripulantes fueron apareciendo en la costa vasca durante el mes siguiente y se dieron por desaparecidos a dos.

  • Feld. Georg Market – Copiloto – Cuacos de Yuste, A, 046
  • Uffz. Hans Möeller – Radio – Cuacos de Yuste, A, 043
  • Ofel. Hans Müller – Mecánico – Cuacos de Yuste, A, 041
  • Uffz. Harald Santler – 2º Radio – Cuacos de Yuste, A, 045
  • Ofw. Werner Bock – Piloto – Desaparecido
  • Ogfr. Walter Rettke – Artillero – Desaparecido

Un simple operador de radio, … Hans Möeller fue un simple operador de radio, haciendo su trabajo al servicio del país que lo vio nacer. Pago con su sangre ese trabajo. El paso del tiempo se ha tragado su recuerdo y su vida… Para todos excepto para ella. Para Marta.

Algo muy intenso debe de vincularlos. ¿Qué? Lo desconozco, aunque me gustaría saberlo.

Una preciosa flor, colocada con esmero en un cuenco con una precisa lazada y un dibujo de un corazón atravesado por una flecha – si pulsan sobre la imagen que ilustra este post, podrán comprobarlo ustedes mismos -. Desconozco quien es esa Marta, ni su relación con el caído. Pero estoy seguro de que a él le habría reconfortado la idea de saber que alguien aún lo recordaba y lo honraba de tan bella manera a pesar del tiempo transcurrido.

Espíritu y Energías.

Muy al contrario que en el Cementerio Americano, en la que a pesar de la sensación de profundo respeto todo me pareció una magnífica puesta en escena, pero de clara artificiosidad, salí del cementerio alemán con una sensación de naturalidad, calma y paz interior que me sorprendió.

No sé si fue el entorno… si la cálida luz azul que bañaba el camposanto… si el refrescante sonido del agua o quizá el dulce canto de los pájaros, pero el ambiente sin duda invitaba al reposo y a la relajación.

¿No les he hablado de la compañía con la que acudí allí, ¿verdad?, pero ahora viene al caso. Dos de ellas, personas con una especial sensibilidad hacia todo lo relacionado con la espiritualidad y las energías del ser humano, coincidieron conmigo en la sensación de paz que se respiraba en el lugar.

Me resultó muy curioso lo que me dijo una de ellas al marcharnos de allí.

No me gusta venir a estos lugares, Ángel. He estado en otros sitios y lo he pasado francamente mal. En alguna ocasión me he tenido que marchar de allí, pero en este recinto no he tenido ningún miedo. Muy al contrario, todo me invita a quedarme.

Pensé que quizá los caídos se encontraban a gusto esa su última morada final, por ello daban su tácita aprobación, y … esa energía… emanaba de la tierra.

Confío en que si alguno de ustedes viaja por la zona y se decide a visitarlo confirme si regresan con la misma impresión que les narro.

Epílogo.

Como conclusión, puedo constatar que el cementerio alemán de Cuacos de Yuste es un apropiado testimonio tangible de la participación alemana en la Segunda Guerra Mundial y representa un punto de interés tanto para aquellos interesados en la historia militar como para quienes buscan comprender el legado y las consecuencias de este conflicto.

Es curioso, … si lo piensan bien, … Tanto el imperio español de Carlos V como el pretendido imperio alemán que Adolf Hitler quiso edificar cayeron. Todos los imperios caen, víctima de sus propias soberbias, estruendosamente, con la dolorosa pérdida de vidas y territorios… Occidente caerá – algo se intuye en el horizonte -, esperemos que no tan estruendosamente como lo hicieron estos y me pregunto:

¿Por qué caen los imperios? ¿Lucharemos para que no caiga? ¿Qué nuevo imperio lo sustituirá? ¿En qué nos afectará? ¿Cómo será nuestra vida entonces?

¡Demasiadas preguntas por contestar!

Probablemente lo haga el mundo islámico – quizá Turquía que está firmemente empeñada en resucitar el Imperio Otomano -. No se andan con inútiles remilgos ni estúpidos buenísimos. China lo sabe y creo que por eso mantiene al pueblo Uigur sujeto con mano firme.

¿Qué opinan ustedes?

Antes de marcharme del lugar, apagué mi cámara Canon, le coloqué el protector de lente, la guardé en su mochila, y me acerqué al banco a la sombra a sentarme tranquilo para echarle un último vistazo al recinto. Me senté, cerré un segundo los ojos, respiré y me quedé un minuto junto a la anciana. Me despedí de ella y me marché junto con mis compañeras.

Al reunirme con mis compañeras comentaron:

– Se te notaba a gusto y cómodo allí sentado a la sombra.

– Si, agradecí la sombra, la suave brisa y que la señora se apartase un poco para dejarme un lado. Quise permanecer allí un momento pensando.

– ¿Señora?, ¿Qué señora? Estabas allí solo, como meditando.

– ¿Solo?, ¿no la visteis?

Preferí, no añadir nada más, simplemente nos marchamos… pero ahora me pregunto qué ocurrió durante ese minuto de soledad, quién o qué era esa anciana que estaba allí junto a mí … ¿lo soñé? ¿un espíritu? ¿Marta?

Morir puede convertirse en el final de todo, pero también hacer eterno el recuerdo de lo que una vez fuimos. Esperemos que los dos bandos hayan tomado nota de lo que ocurrió, y del dolor y la sangre vertida con la que regaron los campos de batalla de una Europa que, como hoy, vive más separada que unida. Estoy seguro de que ninguno de ellos pensaba que se convertirían en recuerdos mudos de los desastres de la guerra – por muy hermosos y simbólicos que sean sus lugares de acogida final -.

Como reza la leyenda de la placa… me despido, de ustedes por hoy y de los caídos del bando alemán por siempre, con profundo respeto y humildad.

Un saludo, Damas y Caballeros.

P.d.: Investigando y documentándome para el artículo – mi agradecimiento a las fuentes – descubrí que justo al lado de la tumba de Hans Möeller, está la de Otto Hartman – se aprecia justo a la derecha de la imagen -, joven comandante de 26 años del submarino U-77 cuya vida y hundimiento está abundantemente documentados, quizá debía haberles hablado también de él, pero no quería extenderme demasiado. Les animo a investigarlo. Nos volvemos a leer pronto, esta vez con un artículo algo más técnico que «filosófico»!!!

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