El blog de Gunner!!!

Confesiones/crónicas de un internauta asombrado.

16. junio 2014 18:24
by Gunner
0 Comentarios

Murakami: Sauce ciego, mujer dormida.

16. junio 2014 18:24 by Gunner | 0 Comentarios

Parafraseando a a famosa frase "Der Mensch ist, was er isst" del filósofo y antropólogo alemán Ludwig Feuerbach, cuya traducción libre viene a decir que "Somos lo que comemos", mi versión sería: "Somos lo que leemos". Tengo la firme convicción de que podemos conocer a cómo piensa y siente una persona atendiendo a la literatura que lee, es más (extendiendo el concepto al mundo digital) incluso por los blogs que visita (de lo cual me congratulo por lo mucho que dice de ustedes, mis curiosos visitantes). Por ello, seguro que cuando terminen de leer este post algo mas habrán conocido acerca de mí, ¿eh?

El mundo oriental siempre me ha fascinado, quizá por el profundo respeto con que hacen las cosas, quizá por el aprecio a la belleza de lo simple, o puede que por el elevado concepto del honor del que hacen gala. No lo tengo claro, pero lo cierto es que aparte de por el Zen y los comics Manga, creo que jamás me hubiese acercado por mí mismo a la literatura japonesa ni a este autor de no ser por la azarosa intervención de una joven dama de pies pequeños (considerados por los orientales como máxima expresión de sensualidad de la mujer).

Son ya varios los libros que he devorado de Haruki Murakami, empezando por el primero y terminando por el último, pero de entre todos, he elegido uno del que hablarles y que da título a esta entrada. No porque sea el mejor ni el peor ni siquiera porque sea el último que ha publicado, sino porque lo he releído hace poco y al tratarse de una compilación de sus relatos creo que puede dar una clara idea de su manera de ver la vida.

Sus relatos, algunos oscuros, otros oníricos y siempre minimalistas, describen con aparente frialdad, avanzando lentamente, el proceso de interiorización de los sentidos, como la mente los absorbe y los convierte en sensaciones y estas a su vez en sentimientos. Durante la lectura de cualquiera de sus relatos el lector puede llegar a tener la impresión de que se detiene excesivamente en elementos de aparente nimiedad, pero a su finalización llega a comprenderse que nada sobra en ellos. Se trata pues de una suma conjuntada de pequeños detalles de los que siempre se aprende. Frente a otros autores que enfocan su literatura en la grandiosa descripción de paisajes, en la extensa narración de acontecimientos o en las intrincadas emociones de los personajes, Murakami se centra en la delicada descripción de la realidad humana, mostrándonos los caminos a través de los cuales discurren los pensamientos que nos hacen conscientes del valor que las cosas cotidianas tienen en nuestras vidas. En resumen si alguien quiere conocer cómo funciona el cerebro humano, nadie mejor que él.

Ya el primer relato del libro "Sauce ciego, mujer dormida" nos sorprende por como la trivialidad de un corto viaje para acompañar a un familiar al hospital se convierte en un complejo hilo de pensamientos y recuerdos magistralmente enhebrados. En "La tragedia de la Mina de Carbón de Nueva York", tenemos un ejemplo de cómo es capaz de desviar la atención del lector hacia un relato sobre de un surrealista (casi Daliniano) amante de las visitas a los zoológicos. En "Avión… o cómo hablaba él a solas como si recitara un poema", reflexiona sobre la respuesta al por qué de la infidelidad y los motivos para participar en ese juego. "Somormujo" nos demuestra como jugar con la inteligencia y la ignorancia para conseguir un determinado propósito. En "Nausea" describe el como a veces somatizamos los sentimientos, en este caso la culpa. La "Tía pobre" – incalificable – si lo analizamos podríamos decir que nos describe cómo a veces cargamos (y nos acostumbramos a ello) por decisión propia con las consecuencias de nuestros deseos. En "Cangrejo" pone de manifiesto los peligros de los sitios bohemios y con encanto...

...Y así hasta 24 geniales relatos, que demuestran que su continua nominación al Nobel de literatura está plenamente justificada.

Pero de todos los relatos de este libro, si hay uno en concreto que considero de obligada lectura y estudio se trata de "Toni Takitani", cuyo último párrafo resulta... ¿cómo decirlo? Demoledor - A mi al menos me dejo tocado, bassstante tocado.

"Cuando aquel montón de discos desapareció, Toni Takitani se quedó, entonces sí, completamente solo."

Por cierto, hay un objeto común y recurrente en todos los relatos de Murakami, su aprecio por cierto tipo de música occidental y en especial el Jazz. La música es uno de los vehículos de entrada al mundo de los sentimientos. Lentamente, penetra en nuestra mente por los oídos y, poco a poco, va derribando esa barrera que separa la razón de los sentidos, haciéndonos entrar en un mundo de placeres y sensaciones, pero, como todo lo oriental, el Jazz lo hace de manera pausada y serena permitiendo una aproximación racional ese mundo. No interrumpe el rumor interno de nuestros pensamientos de manera brusca y agitada apropiándose de ellos, sino que los acompaña y los guía cálidamente, en un proceso de crecimiento conjunto.

Permítanme un consejo: Háganse un favor a ustedes mismos y lean al menos uno de sus relatos, no se arrepentirán.

Un saludo, Damas y Caballeros!!!

P.d.: Calificación y comentarios, pulsando en las estrellitas y el enlace que aparecen un poco más abajo.

Undecided

24. agosto 2012 15:51
by Gunner
0 Comentarios

El librero de Kabul!!!

24. agosto 2012 15:51 by Gunner | 0 Comentarios

¿Perezoso?, Juraría que no; simplemente algo indeciso a la hora de tomar cierto tipo de decisiones. Circunstancias aleatorias y acontecimientos ajenos pero relativos a los elementos involucrados, es decir a ustedes y a mí, pueden influir para demorar el momento en que decido retomar la saludable costumbre de contarles algo de mi vida, mis afanosos lectores. En este caso hablarles del último libro que acabo de terminar de leer.

Como llegó a mis manos "El librero de Kabul" tiene también su historia. Me parece anecdótica e interesante y voy a contárosla.

No crean que fui a una de esas fastuosas librería, llenas de estanterías repletas de volúmenes perfectamente clasificados por temática, autor y/o ISBN, donde te acercas a un sesudo librero, como el protagonista de libro en cuestión, le preguntas por un determinado título, y este, en cuestión de segundos, te lo entrega impoluto y radiante, recién salido de las rotativas de la editorial. No señores, no; lo encontré depositado en la calle sobre una pila de libros amontonados en la esquina de una conocida peluquería sevillana justo cuando me disponía a regresar tras haber compartido un opíparo desayuno con gente maravillosa. Parecía haber estado esperando toda su papirosa vida a que pasase por allí y lo recogiese de su analfabeto destierro. ¿BookCrossing? Quien sabe.

Escrito por Asne Seierstad, corresponsal de guerra (aunque no tan prolífica) al estilo de nuestro Arturo Pérez Reverte, se trata de uno de esos pocos libros que cuando pasan por las manos del lector y atraviesan su retina, terminan dejando en su mente una clara impronta mucho más allá del mero divertimento que constituye cualquier lectura.

Escrito en clave narrativa y basado en su experiencia real durante su viaje para cubrir la guerra contra los Talibán en el Afganistán de 2001, relata de manera fiel y realista la vida de la mujer afgana en el seno de una familia de “clase media” (si es que puede decirse “clase media” así en el contexto que describe).

Uno ha visto y leído mucha información en los medios de comunicación al respecto, pero se queda casi siempre en meras descripciones impersonales de sucesos de mayor o menor trascendencia. El libro no permanece ahí, se sumerge de lleno en la complejidad de la vida de la familia de Sultan, el librero, en la intimidad de sus pensamientos, en sus inquietudes, y en como las tradiciones y la religión, que todo lo impregna, condiciona de manera inexorable sus presentes y sus futuros.

Son muchos los aspectos que destacaría del libro y que me han sorprendido profundamente, pero destacaría varios. En primer lugar la absoluta subordinación de la mujer a la voluntad del hombre. Resulta curioso observar como esa actitud está tan intrínsecamente enraizada en su cultura que incluso ellas mismas se consideran pecadoras cuando algún pensamiento propio les insinúa siquiera revelarse contra esa norma. Me resulto especialmente peculiar el capítulo en que trata acerca de la sexualidad de la mujer, en el que describe el volcán de pasiones que se oculta bajo la Burka, que para ellas es una prenda que pasa de ofrecerles la seguridad del anonimato e inviolabilidad de su intimidad, a convertirse en cárcel que constriñe su vida. No pude evitar que se me revolviese la conciencia en el capítulo III en el que una madre ordena a sus hijos el asesinato de su hija por culpa de un desliz amoroso que hizo caer la vergüenza sobre la familia. En el capítulo XV describe los conceptos que se inculcan desde las escuelas religiosas de haram, halal y mubah, lo malo y prohibido, lo bueno y permitido, y cuando hay dudas, respectivamente. Y no digamos ya los capítulos en que habla de los matrimonios concertados, en los que la mujer es tratada casi como vulgar mercancía y obligada a casarse con hombres de mucha más edad en contra de su voluntad. Pero también habla del esfuerzo por el librero para sacar adelante su negocio a pesar de los constantes cambios políticos y azares comerciales, del indiscutible respeto a la jerarquía familiar, y como a pesar de las penurias y temores sus espíritus siguen siguen siendo libres y de una fortaleza tal que cualquier pequeño respiro les hace disfrutarlo con una inusitada alegría, intensidad y esperanza. No todo iba a ser negativo.

Es en definitiva uno de esos libros piden a gritos ser devorados página a página, que permiten llegar a entender (y no siempre aceptar) como vive una parte importante de la humanidad, y que te hacen crecer como persona.

Un saludo, Damas y Caballeros!!!

P.d.: Ya tengo lectores en lista de espera, así que si pretenden que se lo preste, tendrán que esperar un poco. Ah, votos y comentarios, pulsando en los enlaces que aparecen un poquito más abajo.

Surprised